Cuando todo apunta a que el viaje de Vitranis a la isla de Elfhelm por fin será apacible, una nueva amenaza se cierne sobre la nave capitaneada por Roderick: un barco fantasma del que brotan monstruos repugnantes. Bajo el temor de naufragar y terminar como alimento de esas bestias inmundas, Guts empuña su legendaria espada y las derrota, pero el barco queda muy dañado por el ataque. Entonces, Guts, sus amigos y la tripulación buscan refugio en una escalofriante isla de la que brota una energía misteriosa que no deja tranquila a Schierke. Los secretos de la isla serán revelados por la noche, cuando la descomunal manifestación de un ancestral dios del mar ponga a todos al borde de la destrucción.

Rickert llega a la ciudad de Falconia y de inmediato sabe que, detrás de su magnificencia, ese sitio oculta peligros que pueden envolver al mundo en la oscuridad. El altercado con el gran Griffith, la persecución de un asesino y el descubrimiento de una arena donde pelean cientos de demonios le corroboran a Rickert que se encuentra en el sitio equivocado. ¿Podrá salir de Falconia a salvo, junto con la pequeña Erika, o será devorado por el mal que esconde la ciudad? Por otro lado, en las fronteras del mar, el encuentro de Guts y sus amigos con la anhelada isla de Elfhelm es todo menos pacífico. Todo apunta a que deberán enfrentarse a una clase de magia para la que no están preparados. ¡No dejes de sumergirte en la fantasía que te ofrecen las páginas del tomo 38 de Berserk!

Pensando en la seguridad de Kasca, Guts parte hacia Elfhelm, la pacífica tierra natal de Puck. En medio del camino, vuelven a encontrarse con Isidro, Farnese y Serpico, y Guts los acepta como compañeros. En el Bosque del Árbol Espiritual conocen a la bruja Schierke, y en la ciudad de Vritanis abordan un barco comandado por Roderick, del país marítimo de Ys, con el que podrán dirigirse a Elfhelm, que se encuentra en lo más recóndito del océano. Sin embargo, ahora que Griffith abrió un nuevo mundo, demonios que solo existían en la imaginación comienzan a aparecer en el mundo real. Tras acabar con el “Dios del Mar”, que anidaba en una isla solitaria, y no sin la ayuda de las sirenas, finalmente llegan a Elfhelm. Ahí se encuentran con Danan, la “Reina de las Tormentas de Flores”, quien sabe cómo restaurar la mente, y Schierke y Farnese se adentran en lo profundo de la mente de Kasca. ¡Se van abriendo paso hacia la verdadera causa de su demencia, a la vez que acaban con los demonios!

Se ha puesto en acción un plan para cerrar el hoyo que hay en la muralla Rosé: que Eren, convertido en titán, mueva una roca enorme para taparlo. Con la vida de la humanidad en los hombros, el titán Eren pierde entonces la noción de si mismo y comienza a enloquecer. Ni siquiera responde a las preguntas desesperadas de Armin…