Dario Brando roba a un carruaje accidentado, en él hay una mujer muerta, un bebé vivo y un señor que al despertar le agradece por “ir a ayudar”. Ese hecho le permite a Dario, ya en el lecho de su muerte, enviar a su hijo Dio a la casa del accidentado para ser criado en la familia Joestar. En ese momento inicia la vida de Dio Brando y Jonathan Joestar, el bebé del carruaje que sobrevivió al accidente del pasado. Dio solo tiene un objetivo, y no será fácil conseguirlo. Una máscara de piedra observa el acontecer de aquellos años, esperando.

La muerte de Abdul, ocurrida en la India, resulta confusa para casi todos; pero, cuando Polnareff es atacado por el Stand “El Juicio” en una isla frente a la costa de Egipto, para su buena fortuna, quien lo termina salvando es el mismísimo Abdul. Ahora, con este gran amigo de regreso y un nuevo y pequeño ayudante, Jotaro y compañía se dirigen con paso firme hacia El Cairo. En todos los lugares hay enemigos acechando: “La Sacerdotisa”, “Geb” y un infalible destino que lo tuerce todo.

El manga de Boingo predijo bien el accidente de Jotaro y los demás, así que fueron atropellados; una predicción más le dará el tiro de gracia a Jotaro justo en medio de la frente. Luego, el perro que los ha acompañado, Iggy, se encuentra con un halcón usuario de Stand, cuya ocupación es matar a todos los que se acerquen a la mansión: Iggy muestra sus habilidades en una pelea sin tregua. Además, aparece el hermano de D’Arby “El Apostador”, el enemigo derrotado por Jotaro en los naipes. Dio está tan cerca que pueden sentir su densa presencia.

Josuke Higashikata es un estudiante de preparatoria que vive en la pequeña ciudad de Morio. A primera vista es un chico tímido; sin embargo, no le teme a desplegar todo el poder de su Stand si alguien se burla del cabello que luce con tanto orgullo. Josuke lleva la sangre de Jonathan, y es visitado por Jotaro Kujo, quien al ver el stand de Josuke se pregunta sobre el peligro que se cierne sobre la ciudad de Morio…